Hace unos días estaba buscando unos pendientes y no fuí capaz de encontrarlos, así que estuve pensando una forma original de tenerlos todos a mano y bien visibles.
Se me ocurrió coger un rallador de cocina y cambiarlo un poco.
No se si esta idea ya se le habrá ocurrido a alguien antes, pero es una idea estupenda para organizarlo todo y ocupar poco espacio.
Además es muy sencillo, primero le pegué unos remaches a modo de patas y me entretuve en aplicarle un poco de plomo por todos los agujeros para que no cortasen.
Luego le apliqué pintura en spray, y una vez seca, barniz satinado también en spray.
Como quedaba algo soso, le coloqué detalles en fieltro y no ha quedado mal del todo :)
Por cierto la parte con los agujeros mas pequeños la utilizaré para los pendientes de tuerca, o colocándole unos ganchos de las cortinas me puede servir para enganchar colgantes.
Espero que os guste.